Las noches blancas no son las frías y nevadas noches de Rusia, sino es un fenómeno que se da en las últimas semanas de junio, alrededor del sosticio de verano, en las Regiones Polares. Son unos días en la que los atardeceres son finales, los amaneceres son principios y la oscuridad nunca es completa.
Las Noches Blancas son un fenómeno natural que se puede experimentar en las ciudades situadas no muy lejos de los círculos polares. En la ciudad rusa más famosa donde se pueden vivir estos días sin final es San Petersburgo, y es posible verlas en los meses de mayo, junio y julio, aunque las noches más espectaculares se dan en los días despejados de entre el 11 de junio y el 2 de julio. El sol está presente en el horizonte 19 horas al día e incluso cuando se pone el sol (sobre las 10 de la noche), se mantiene cierta luz, nunca se oscurece por completo.
La elevación de los puentes del río Neva, que se hace para permitir a los barcos mercantes navegar por el río desde el mar Báltico hacía el lago Ládoga, se ha convertido en un espectáculo famoso, único y característico de San Petersburgo. Cada año muchos turistas vienen para verlo y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Durante las Noches Blancas, las calles nocturnas y los malecones del río Neva están llenos de la gente paseando, disfrutando y observando la elevación de los puentes.
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